mirando al pasado
Hasta cierto punto creo que nos hace humanos mirarnos atrás en el pasado y lamentar las acciones que tomamos, estar en el presente y querer enmendar ahora tantas cosas cuando no es posible, cuando el universo ya ha hablado… yo personalmente me lamento de muchas cosas que no hice. Aunque es verdad que existen muchos momentos bonitos en mi cabeza adornados con forma de rosa, alrededor de ellos también crecieron muchas espinas.
Espinas formadas de todas esas dudas de lo que pudo haber sido, de lo que hubiera pasado si yo, o si no hubiera tenido que. De hecho, encuentro que muchas de estas situaciones se siguen repitiendo en mi cabeza, como disco rayado. Y aunque en ocasiones es difícil apreciar todas las cosas que nos han pasado -porque para llegar a esa bonita, primero tenemos que abrirnos paso por las espinas- terminamos olvidando que también todas estas nos protegen.
Graciosamente, descubrí escribiendo para este post que la rosa tiene estas puntiagudas armas no solamente para lucir ruda. Si no como protección propia, para guardarse de los depredadores.
Como advertencia queda en nuestra cabeza, afortunada o desafortunada - mente que si no queremos salir lastimados la próxima vez, pues lo propio sería actuar de manera distinta.
Al final de cuentas es esto lo que nos hace ser quien somos, errores, aciertos, inciertos propuestos, tinteros perfectos, mejor-ya-me-acuesto, y tantas situaciones que nos componen…
Sin contar que aun si hubiera tomado la mejor decisión, (la reflexión que haces en tu cabeza) no hay manera de tener certeza y asegurar que terminarías justo donde estás ahora, pero mejor.
Hay algunas cosas que recuerdo con cariño, como momentos de mi niñez, estando en casa con mi familia o estando afuera con ms amigos, que me hacen pensar que algunas cosas simplemente fueron perfectas de la forma que ocurrieron, y que si bien pude haber hecho cosas de mejor manera fueron todos esos pequeños errores y equivocaciones en el camino los que me hicieron vivir otros momentos con mayor intensidad